Negros pozos penetran el alma
de quién no supo aMar.
Se esfuma
como bruma de olas,
granitos de arena
y estela
circunvalada
airosa
en los cielos neutros.
Su figura
escapa del foco - de cámara-
que
permuta
idílica,
su contorno.
Cuando ya no es vista por mis ojos
que
inundan mil lagunas;
es cuando mis oídos
se agudizan
y ruidos nocturnos
acurrucan mi Celosía.
Ni la Piadosa de Buonarroti, magnánima
Iconografía
de
servilismo
semeja el
ardor de musa nacarada, inmarmolata,
inbenevolente.
Ya no es mera hipérbole de mis sentidos
y mi arte;
Es ella todo halo.
Es Piéride. Es canto. Música. Poesía.
No retorne anhelo. NO VUELVAS.
La decadencia y estío me postraran a TUS pies
nuevamente
si en brusco d
e
s
c
e
n
s
o de Valkiria
SecreuteR
mi raciocinio
y asolas con
un sólo pestañeo
el resto,
de mis sentidos.
Lucía Galluccio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario