martes, 19 de febrero de 2019

Fémina


Fémina

Fui la manzana prohibida, la dulce tentación del Edén. Desprendiéndome de su costilla- dicen-, lo hice sentir completo. Le di sentido a su ser.

Fui Afrodita la diosa del amor, madre de Eros. En las sabanas dominé el arte de la seducción.

Me llamaron Helena, la más deseada. Cleopatra, la reina más temida.

Fui aquella hereje, tildada de loca, sacrificada. Juana, la maldita suicida.

Una soñadora inquebrantable como Austen."Fui un desprendimiento de energía - dijo Marie Curie- una luz tenue radioactiva".

Bajo un Blues Cósmico, Joplin pensó ser aquella Lucy en el cielo con diamantes ... no fue más que una psicodelia delirante.

Rebelde, desafiante. Canté "I love Rock and Roll" con voz estridente.

Me elevé. Sí, dancé entre las nubes y plegué mis alas, alcancé ese manto celestial al cual Amelia consiguió llegar.

Fui vulnerable. Sometida. Esclava. Guerrera. No cabe duda, recuerdo la lucha permanente. La voz de aquella dulce Evita vociferando contra la injusticia ante la multitud; reivindicando ese rol que me corresponde, que por machismo relegan o censuran.

Me difamaron, me etiquetaron, me gritaron: - ¡Puta!
Aquella noche amanecida al volver a la casa del zaguán; después de que renté mi cuerpo por un poco de amor, más no te olvides que soy un ser de deseos,
anhelos
   fatigas
        gastados recuerdos...
soy
        madre,  
hermana,
             amiga,
                    hija;
                                             Soy mujer.



Lucía Galluccio.

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